lunes, 17 de abril de 2017

EL PATIO MÁS RECONOCIDO DE SANTIAGO PRESENTA; “UN DOMINGO CON LOS INDIOS DE AHORA”

El 23 de este mes se llevará a cabo el evento “Un domingo con los indios de ahora” en el Patio del Indio Froilán. Estarán presentes Peteco Carabajal, Duende Garnica, Los Lugones y más.



Expresar necesidades a través de la cultura es una forma de hacer conocer lo más importante que nos identifica, nuestras raíces y las bases para que en el futuro eso pueda ser continuado. Como una posta que pueda pasarse de generación en generación.

 Con eso tiene que ver muchas veces la vida de los pueblos, con trasmitir y consolidar todo lo bueno que pueda surgir de convocatorias e iniciativas de índole social que tengan la finalidad de unir y hacer visible lo que no se ve por omisión o por desconocimiento.

Si la cultura puede ser vehiculo de este tipo de iniciativas tanto mejor. De esta manera es que se vivirá el domingo que viene en el “Patio del indio”.

De qué se trata

Se trata de una original jornada cultural en la que estarán presentes Peteco Carabajal, Duende Garnica, Los Lugones y más.

En el marco del Programa Provincial y Regional de Visibilización de Identidades Indígenas en Argentina, el 23 de este mes se llevará a cabo el evento “Un domingo con los indios de ahora” en el Patio del Indio Froilán.

A partir de las 9, habrá fútbol, folclore y cosmovisión indígena. Además se informará sobre la espiritualidad, idioma, arte y territorio junto a autoridades indígenas de la región Norte de Argentina.


En la jornada estarán presentes Peteco Carabajal, Duende Garnica, Los Lugones, entre otros invitados especiales. Fuente: www.culturaalnorte.com.ar

Marca registrada



Mario Rolando “Musha” Carabajal conversa. Revuelve lentamente el café y sin dejar de hablar mira por la vidriera del bar el bullicio mañanero de una esquina de Villa Urquiza. Repasa la historia de Los Carabajal y se emociona. Esos ojos de los que deriva su sobrenombre –‘musha’ es gato en el quichua santiagueño– le brillan cuando recuerda a los abuelos Francisco y María Luisa, a papa Enrique y mamá María, a los tíos Agustín y Carlos y también a los hermanos, primos, sobrinos, amigos e innumerables compañeros de ruta de años andados a lo largo y a lo ancho del país, sembrando chacareras y recogiendo el afecto de un público que de generación en generación no ha dejado de sentirlos parte de su patrimonio sentimental. Los Carabajal, el conjunto, cumple 50 años. Medio siglo de música y mística santiagueña que tendrán su celebración en el Luna Park de Buenos Aires, el sábado 20 de mayo. Un gran escenario para un día importante.

Cumplir 50 años es siempre algo inmenso. Más si se piensa en términos de “medio siglo”. Y mucho más aún si ese medio siglo transcurrió en el ámbito de la música argentina de tradición criolla, territorio enredado, en el que las pujas por los símbolos, los intereses de la industria y las modas, y fundamentalmente la verticalidad del gusto que desde la capital se impone continuamente sobre las provincias, son los que determinan lo que es bueno y lo otro. Los Carabajal atravesaron este tiempo con personalidad, con la convicción de sus raíces y la sensibilidad para escuchar al público. “Nosotros no somos el éxito de un solo tema. Detrás de Los Carabajal hay una historia” asegura Musha, convencido y orgulloso. “Supimos hacer apuestas bravas, nos arriesgamos y dimos a conocer temas que hoy son clásicos. Pudimos interpretar el gusto del público, pero también abrir nuevas puertas, crear nuevas expectativas en ese público. Y también conquistar nuevos púbicos”, agrega el cantor, uno de los pilares del conjunto en todos estos años.

En la larga usanza musical santiagueña, Los Carabajal bien podrían ser la bisagra entre tradición y modernidad. Formados sobre la huella de Los Manseros Santiagueños y Los Cantores de Salavina, –Carlos y Agustín, respectivamente dejaron esos conjuntos para crear en 1967 el propio, junto a sus hermanos menores Kali y Cuti–, la raigambre musical que forjaron los Chazarreta, los Jerez y los Díaz, entre tantos otros, se proyectó desarrollada en un apellido que por sus aportes a la música santiagueña llegará a convertirse casi en su quintaesencia. “Tuvimos la suerte de que Agustín y Carlos hayan sido nuestras guías, ellos nos señalaron el camino”, comenta Musha y agrega: “Cada concepto de Carlos y Agustín era una enseñanza. Y no hacía falta que repitieran las cosas, tenían autoridad. Personalmente recuerdo a Agustín como mi gran maestro. Él te respondía una pregunta con un ejemplo, tan claro era en su forma de transmitir. Mi respeto y mi admiración hacia Agustín es total. De chico íbamos con mi viejo a escucharlo cantar con Los Cantores de Salavina, un grupo maravilloso, y de ahí fui aprendiendo. En fin, con esa carga nos fuimos formando Los Carabajal. Más el sostén familiar, que ha sido determinante para que hoy podamos estar cumpliendo 50 años”.

“Con los Manseros Santiagueños mantuvimos siempre una relación importante. Desde los comienzos hubo un Carabajal entre Los Manseros”.

Kali y Musha, que junto a Walter –hijo de Kali– y Blas Sansierra completan la formación actual, son hermanos, hijos de Ricardo el segundo de los 12 hermanos. “Él no se dedicó profesionalmente a la música, pero es muy importante en la historia del conjunto –explica Musha–. Era empleado en el correo y cuando lo trasladaron a Buenos Aires fue durante mucho tiempo el sostén de la familia. No obstante eso nos alentó para emprender la aventura de empezar a ubicarnos en el mundo de la música, de cautivar a un público, de generar trabajo y la posibilidad de sostenernos. Nos tuvo paciencia, porque se sentía feliz de que pudiésemos trabajar de la música”.

Musha tenía 14 años cuando empezaban Los Carbajal y al poco tiempo ya era parte del conjunto. “Yo entré cuando estaban Agustín, Carlos, Cuti y Kali –recuerda–. Y en esa época a Kali le tocó el servicio militar, así que me llevaban a mí en su lugar, pero para que toque el bombo, para completar el cuarteto. Y ahí me iban preparando. Para mí era todo novedad. Agustín me enseñaba. Él me explicaba cómo hacer segunda y tercera voz. Recuerdo un consejo que me dio: ‘usted cuando vaya en el colectivo, solo, vaya repasando, cantando las canciones en segunda y tercera voz’. Y así hacía y me las memorizaba. Eso me sirvió para fijar y para aprender los primeros repertorios”.

El conjunto Los Carabajal se formó en 1967, cuando comenzaba la parábola descendente del auge que el folkore vivió en esa década. No obstante, el cuarteto se afirmó y logró el respeto de sus pares, como representantes genuinos de la música santiagueña. “Tuvimos desde el comienzo buenas relación y el respeto de artistas como Los Tucu-Tucu y Horacio Guarany, por ejemplo”, destaca Musha.

–¿Cómo fue la relación profesional con otros conjuntos santiagueños?

–Con los Manseros mantuvimos siempre una relación importante. Desde los comienzos de ellos hubo un Carabajal entre Los Manseros. En la primera época cuando eran Leocadio Torres y Onofre Paz, se sumó Carlos y Agustín les armonizaba algunos temas. Más tarde llegó Cuti, que estuvo casi 11 años con ellos. Una vez con Alito Toledo armamos un grupo que se llamaba Los Kimsa. Siempre hubo relación y tenemos un gran respeto y gran admiración por Los Manseros. También con Los Tobas, en particular con los hermanos Banegas (Coco y Horacio), a tal punto que Horacio fue de los primeros en confirmarnos que va a estar con nosotros en el Luna Park. De Los Sin Nombre, Ricardo Santillán estuvo también con Los Carabajal. Y músicos como Miguel Simón, Cristórofo y Fortunato Juárez o Don Sixto, a quien traté mucho, particularmente en sus últimos años.

–Con esa identidad Los Carabajal no necesitaron otro tipo de aditivos para crear un estilo…

–Cuando irrumpieron Los Cantores del Alba con la música mejicana, que hacían muy bien, varias veces nos tentaron para seguir ese camino. Pero nunca hizo falta. Somos referentes de una identidad y el sonido Carabajal inspiró a muchos grupos. Por eso el compromiso es grande.

–¿Qué etapas marcan la historia de Los Carbajal?

–Yo diría que hay un antes y un después en la historia del conjunto con el disco  Como pájaros en el aire. Antes de eso éramos un conjunto tradicional, con una fuerte impronta santiagueña. Nos vestíamos de gaucho y el público esperaba de nosotros zambas, gatos y chacareras tradicionales. A fines de la década del ’70 la formación del conjunto era Kali, Roberto Peteco y yo (Musha) y empezamos a probar algunas cosas. Teníamos el violín de Peteco, que era entonces una cosa poco común, y notamos que el público estaba cambiando. Había nuevas generaciones que esperaban otra cosa de la música folklórica y había que llegar hasta ahí, atraerlos. En 1985 grabamos Como pájaros en el aire. De entrada hubo un cambio de look: en la tapa del Long Play salíamos en ropa de calle, con zapatillas. El contenido del disco también presentaba novedades: había chacareras, sí, pero eran temas nuevos. ¡Los 12 temas de ese disco se hicieron conocidos! Y hasta el día de hoy se cantan en las guitarreadas y en los festivales. Recuerdo que para grabar León Gieco nos prestó la Ovation con cuerdas de acero y con esa guitarra logramos un sonido más actual. A partir de ahí comienza otra etapa. Es la época en la que Peteco toma relevancia también como autor y muchos grupos de la época adoptaron ese sonido, esa manera de cantar y ese repertorio. Más tarde, en la etapa en la que Mario Álvarez Quiroga fue parte del conjunto llegaron temas como Penas y alegrías del amor (1989) y Romance de aquel hijo (1990), que tuvieron mucha repercusión. Sin volvernos locos, creo que Los Carabajal siempre mantuvimos esa atención por estar actualizados y arriesgar con cosas nuevas.
A lo largo de estos 50 años, Los Carabajal recorrieron varias veces un país que sabe en todos sus rincones de la presencia nostálgica de los migrados  santiagueños y sus familias. En este sentido, a donde vaya el conjunto es el más esperado embajador de Santiago del Estero. “Con eso pasan cosas maravillosas –enfatiza Musha–. El santiagueño cuando está afuera es muy orgulloso de sus orígenes, de su música, de sus costumbres, de cosas que por ahí estando en Santiago no valoraba tanto. Nosotros vamos a Río Gallegos, donde hay un centro de residentes santiagueños, y vemos llorar al público mientras actuamos. Y eso pasa también en Río Grande y en muchos lugares alejados del país.  Hay gente para la que no es fácil volver a Santiago, entonces depositan en nosotros sus expectativas de volver a compartir su identidad, al menos por un rato. Uno le está llevando su paisaje y ese es un compromiso.

–¿Cómo va a ser la celebración en el Luna Park?

–El espectáculo tendrá tres hilos conductores, que son las partes fundamentales de nuestra manera de vivir: la identidad, la familia y los amigos. Todo eso confluirá en el patio. En las casas de Santiago, el patio es el ámbito donde confluyen y se fortalece estas cosas, con el horno, la guitarra, los cantores… En Santiago no hay una peña estable. No tiene sentido, porque las cosas se generan en las casas de la gente. Por eso tomó tanto sentido el patio de la casa de la abuela, donde siempre hay alguien, con una guitarra, un bombo. Se va al patio porque se sabe que siempre se encuentran a alguien, días de semana y sobre todo los fines de semana. Como dice la canción, ‘… un domingo santiagueño no es un domingo cualquiera.
–¿Habrá invitados?

–Muchos, por empezar los ex integrantes del grupo. Van a estar Oscar Testa, que vive en España y viene para esta ocasión, y Oscar Evangelista, Mario Álvarez Quiroga, Mono Leguizamón, Franco Barrionuevo, Carlos Cabral, Lucio Rojas. Y también amigos, los que siempre están cerca, como Horacio Banegas, Néstor Garnica, Orellana-Luca. Juan Saavedra hará las coreografías con su grupo Raza y muchas sorpresas más. Como para que en tres horas de espectáculo estemos a la altura de lo que celebramos.
Fuente: emepea.com

domingo, 29 de mayo de 2016

“Vitillo” Ábalos presenta “Tabalos”


El incansable folclorista, con 94 años a cuestas, se prepara para presentar el espectáculo el 8 de junio, en el teatro Tasso, en el que rememorará sus más grandes éxitos.

“Vitillo” Ábalos, cantor y bombisto que integrara durante más de 50 años la legendaria agrupación Hermanos Ábalos, presentará su espectáculo “Tabalos”, junto a Juan Gigena Ábalos y el grupo Los Tabaleros, el miércoles 8 de junio, a las 21, en el Centro Cultural Torquato Tasso (Defensa 1575) del barrio de San Telmo.


De esa forma “Vitillo”, a sus 94 años, se anima a una nueva formación junto a su sobrino nieto Juan (guitarrista de Ciro y Los Persas) y a Los Tabaleros para la velada en la cual recorrerán distintas formas de interpretar la música de raíz folclórica y popular.


A esas composiciones se agregarán algunos clásicos de los recordados Hermanos Ábalos, como “Casas más casas menos”, “Chacarera el rancho”, “Agitando pañuelos”, “Todos los domingos”, “Añoranzas” y “La flor azul”, entre otras. Fuente: nuevodiarioweb.com.ar

Recordaron a don Sixto Palavecino al cumplirse cien años de su natalicio


En el auditorio del Centro Cultural del Bicentenario tuvo lugar el viernes por la noche el homenaje al Dr. Honoris Causa Sixto Palavecino, al cumplirse 100 años de su natalicio.

El homenaje fue organizado por el Gobierno de la provincia a través de la Jefatura de Gabinete de Ministros y de la Subsecretaría de Cultura. El acto fue encabezado por el jefe de Gabinete de Ministros, Elías Suárez, acompañado por la subsecretaria de Cultura, Prof. Cristina Campitelli, el director de Cultura, Juan Anselmo Leguizamón y la directora del CCB, María Bravo de Gentile.

El jefe de gabinete entregó una placa recordatoria a los hijos de don Sixto Palavecino, gran portador de valores de la cultura santiagueña. En el acto, se cantó el Himno Nacional en idioma quichua, luego se procedió a la lectura de cartas de salutación de la sociedad cultural, literaria y poética.

Semblanza

Seguidamente, la directora del CCB, María Inés Bravo de Gentile brindó una semblanza de la vida del artista santiagueño al recordar el legado de Don Sixto y de Domingo Bravo en la continuidad de la lengua quichua y rememoró que "Don Sixto siempre hablaba muy bien y con mucho cariño del monte, lo llevaba en el alma y siempre decía ‘soy sacherito’".

Seguidamente, Imelda Trejo de Molina, presidenta del Centro Cultural Chayna Kykau compartió con la multitud allí presente la poesía "Hoy nace Sixto", dando lugar a la proyección de un video con momentos importantes de la vida del homenajeado.

Finalmente, se honró la memoria del quichuista y músico con la melodía folklórica tradicional interpretada por el grupo "Del Estero". Fuente: El Liberal

Falleció don Dante Estergidio Neirot



Con la muerte de Dante Estergidio Neirot, el tango en Santiago del Estero perdió a uno de sus máximos exponentes. Con su violín, Neirot le dio una impronta a la música ciudadana y forjó un estilo que trascendió por generaciones. Nacido el 22 de febrero de 1929 en Santiago, Dante formó parte de una orquesta familiar y también acompañó a grandes tangueros. Desde Argentino "Negro" Ledesma hasta Alberto Castillo, Luis Penida y Jorge Cristal estuvieron con Neirot. Además, el músico santiagueño grabó temas con Mario Cecilio "Koli" Arce, Los Tobas y Carlos Miguel Fuentes.

Durante veinte años tocó en Casinos del Sol de Las Termas de Río Hondo y animó populosos bailables en Santiago. Dante acompañó también a don Arnaldo Rodríguez, recordado como "El fantasista del teclado". Asimismo, formó las orquestas "Copacabana" y "Refasí". Dante estuvo casado con Esther Gauna y fue padre de Silvia Beatriz y Dante Omar Neirot. Sus estudios primarios los cursó en la Escuela Nº 102.

Hasta 1959 fue empleado de comercio en el rubro de autos. Luego, ingresó en el Servicio Penitenciario Provincial, desde donde se retiró. A la música, particularmente el tango, la acuñó desde niño, desde que comenzó a formarse con Domingo Neirot hasta integrar una orquesta familiar y posteriormente como solista. Apasionado de su arte, Dante Estergidio Neirot llevó adelante un trabajo de orfebre, haciendo que una expresión tan popular y sentida como el tango alcanzara sones particulares al ser ejecutado, con su estilo personal, con el violín. Un artista apasionado, emprendió ahora una gira interminable. Fuente: El Liberal

viernes, 6 de mayo de 2016

Dúo Coplanacu “Lo peor que nos puede pasar es que nos pongan de moda”

No son sólo una postal del canto popular que desde la Córdoba mosaico de provincias se proyecta al país. Son, también, los Coplanacu, poesía en movimiento. Hablan de política, del conservadurismo en el folclore y de cómo hicieron para ser pareja estable por más de 30 años.



Decir que llueve en la ciudad no es novedad. Decir que a Dilma, en Brasil, se la quieren llevar puesta, tampoco. El día de este encuentro con los Copla es el día después en que Dilma empezó a ser echada vía golpe de estado new age. Y a este cronista le interesa saber si el Dúo, comprometido en sus letras, continuadores del folclore que se jugó la vida en épocas pasadas, conoce del ritmo carioca que destituye la voluntad popular. Y saben, Roberto Cantos y Julio Paz, de qué viene el tema, dan detalles técnicos y políticamente cómo viene la mano.  “A veces nos secamos la cabeza hablando de estas cosas, tenemos que parar un poco” dice Julio. “Se habla mucho en los viajes, en el watt sap. El desayuno a veces, lamentablemente, es lo que está pasando. Es bravo”, dice Roberto.

 ¿Tienen coincidencias?

Sí –dicen rápido los dos-.

Y más allá de ellos dos, en el universo Coplanacu, ¿habrá coincidencias? Los que compran sus discos y van a sus recitales y peñas, ¿acordaran con la línea política del Dúo? Para Cantos, “en términos generales, capaz que sí. Lo que pasa es que todo es muy amplio. Pero sí, puede haber coincidencias o complicidades en términos culturales, geográficos. Hay un color común”, dice, pero Paz asume algo real: “Hay mucha derecha en el folklore”.

 RC: El folklore nuclea también un sector conservador.

 JP: Algunos nos pedían que no pusiéramos la batería, el bajo. Después de eso, hasta hubo sugerencias, siempre amigables, que por favor no opinara tanto de lo que pienso políticamente (se ríe).

 RC: Esa cosa de la tradición por la tradición misma. Que en el fondo es  bastante facha. Hay mucho en el folclore. Hay mucha gente que no participa en política, que no se informa, que no lee. Y tiene un pensamiento como heredado. Pero como es un género musical amplio, entran todos, piensen como piensen. Y como nuestra propuesta artística tiene que ver con el folclore en todo sentido, no somos panfletarios. Tenemos nuestra forma de pensar. Madurada, reflexionada, pero cuando cantamos, cantamos para todos.

Lo de no ser panfletarios, ¿fue un objetivo trazado?

 JP: Guarda, también es político. Que no sea panfleto no quiere decir que no haya política. Cantarle contundentemente a un paisaje es político.

RC: Es más amplio y más profundo. Y ojo: cantar boludeces también es político

Los rocker Copla

Bombo y guitarra atravesados por el monte santiagueño, imagen viva del Chacho Peñaloza, facón en mano. Primera imagen de los Copla. Pero quienes conocen su obra, respetuosa de la tierra que parió al género, saben de su apertura al universo infinito de la música. “Es natural en nosotros, no es una estrategia –dice Cantos-.  Hemos ido aprendiendo muchas cosas, a dar bola a lo que nos inquieta y no a lo que otros dicen. Nunca nos ha convencido del todo decir que hacemos folclore. Hace años ya decíamos que el folclore es una cosa muy amplia, pero que preferíamos decir que hacemos música popular. Siempre hemos cantando temas del rock, hemos curtido mucho rock. Y ahora las fronteras entre los géneros son relativas. Por suerte, porque cuando comenzamos eran bastante estrictas. Fronteras y trincheras”.

P: ¿Quién puede decir que lo del Flaco Spinetta ya no es folklore? O lo de Charly o lo de Fito.

 O que Yupanqui no es rock.

 JP: Claro. O Pappo y Larralde, que pudieron haber comido 45 mil asados juntos.
 RC: Objetivamente todo convive. Esta ciudad está hecha de todo eso. Es improductivo encasillar o rotular. No tiene sentido.

 JP: Nosotros escuchamos de todo.  Casi no escuchamos folklore. En el auto puede haber Caetano, Camarón de la Isla, Kusturica, otros folklores. Me gusta mucho la música portuguesa, Cesária Évora. Y mucho rock, pero no lo de hoy.

¿Qué es lo de hoy?

 JP: La composición que está hecha para murga e hinchada de fútbol. La entiendo, pero no me gusta.
 RC: Nos gusta que haya más riesgo. Hoy han caído todos en hacer la misma canción, como No te va a gustar o La vela puerca. Es el mismo tema siempre. Uno pega y todo se adosa a esa forma. Es poco artístico y poco rock.

 JP: Antes los changos se jugaron un salto mortal, hasta uno se ha tirado de un noveno piso (se ríe).
 RC: Los Redondos, Divididos y Spinetta son insuperables todavía. No hay nadie que reemplace ese nivel de honestidad, profundidad y calidad. Y riesgo.

¿Y en el folclore hay quienes emparden a Yupanqui o al Cuchi Leguizamón?

 RC: Hay músicos jóvenes que tienen que ver con eso. En el medio han estado Peteco, Parodi, Tarragos, Carnota. Han hecho del folklore un fenómeno joven. Y los changuitos hoy, uno ve que tienen esa profundidad en la inquietud y en la intensión. Que la canción digas cosas ciertas y con peso.

 JP: Es bien bravo querer igualar a Yupanqui. Su obra ha sido su vida. Hasta con los cosacos estuvo. En cambio, los últimos 30 años han sido cómodos. Desde lo social, lo cultural y lo político. No han sido perseguidos ni censurados ni apretados. También hay una súper producción de cosas que no se conocen. No hay un lugar común para ver o escuchar. Antes las discográficas ponían arriba a un tipo y todos miraban. Ahora no hay foco. Con las redes no hay foco.

¿Es más democrático?

 JP: En un punto sí. Pero también queda todo atomizado.

 RC: Cuando éramos changos, comprábamos un disco y nos sentábamos a escuchar, lo desmenuzábamos, lo disfrutábamos. Todos los días hasta que teníamos plata para el próximo. Hoy en el pen drive tienes 400 canciones.

 No te permite ese desmenuzamiento.

 RC: Si no tienes la inquietud pulida, no. Nadie se sienta a escuchar. Hace poco un amigo nos preguntaba: ¿alguien llora ahora escuchando música? Hay un acceso casi irrestricto a toda la música que se produce en el mundo. Eso es un problemón. Para disfrutar. No te alcanza la vida para elegir.

 JP: Enchufo un pen drive en el auto y me doy cuenta que lo copié mal, de forma aleatoria, alrededor de 4 mil canciones. Y termina siendo música funcional. De repente aparece Chet Baker al lado de Los Palmeras. Es un licuado de emociones. Y eso pasa en las reuniones, ponés música en la computadora… A mi me gusta escuchar el disco, la sucesión de temas que ese músico quiso hacer.

 RC: Saber qué quiso decir ese tipo, saber cómo mete las violas, los timbres. Cómo canta.

 JP: El MP3 es una máquina de hacer chorizo.

 RC: Una vez estaba por comprar un auto y me dice el vendedor: el equipo te puede albergar 3 mil canciones. Y yo le dije: creo que en toda mi vida debo haber escuchado no más de 300 canciones. Lo veo y lo siento como un problema.

Les digo que estoy de acuerdo, que sigo escuchando CD, que no me van los nuevos dispositivos, pero les advierto: se están poniendo conservadores. Los dos al unísono, sin hacerse cargo de la ironía, dicen que no.

JP: Estamos tecnológicamente muy al salto de lo que está saliendo. Solo que uno va eligiendo un poco mejor. 

 RC: No digo que esta forma es la mejor, es la que hemos aprendido. E inevitablemente uno saca conclusiones. Y bueno, el tema no es cuánta música escuchas, sino saber qué quieres.

 JP: Yo te digo otra cosa…

 RC: Pará Julito (le dice Cantos con cariño, y será la primera vez que la pareja se interrumpa en dos horas de charla). Internet  es una herramienta increíble. Pero si sabes qué quieres. Pero si entras a Google sin saber para qué, te puedes pasar 5 años navegando y perdiendo el tiempo, perdiendo oportunidades, perdiéndote el mundo real, que no es el virtual. Si vives tu vida en el virtual te pierdes el mundo real. Y es otra vez un problema. Por eso creo que hay cosas que hay que conservar.

 JP: Cuando salió todo este tema de las redes, la gente estaba atemorizada, creyeron que íbamos a tener un solo color, todos chinos. Y sigue siendo todo igual e incluso reafirmando quién sos. El de Santiago deja la computadora y tiene que ir a la escuela y al almacén, y verse con su vecino. Su día diario le gana a cualquiera. 

Irresponsables

Ustedes se desarrollaron en los ’90, época de explosión del llamado folklore joven. ¿Cómo atravesaron el fenómeno sin ser parte?

 RC: Irresponsablemente, como siempre. Todo ese fenómeno también procuró que se escuche más folklore. Sirvió en algún sentido, porque la gente y los medios estuvieron atentos. Pero nunca nos hemos enganchado y  hemos sido resistidos.

 JP: Los empresarios pudieron manejar los grupos que tenían, pero no el gusto de la gente. Hubo un grupo que se ‘popizó’ (de pop), pero otros no. En una época nos serrucharon en unos festivales del Norte porque las productoras de estos nuevos grupos eran las que armaban todo y llevaban el paquete entero. Hubo un chismerío…

 RC: Entonces no digas…

 JP: Que no había que meter los grupos que fueron zurdos, jipis, drogadictos, que no se bañaban. Y nos costó un par de años, pero  la comisión del festival se dio cuenta que llevás 3 mil personas y todo lo otro no importa. Ellos hacían su negocio.

 RC: Hemos sobrevivido con salud. También es cierto que cuando estábamos ocupando algún espacio importante, nos agarraba la prensa y nos estimulaba para que le diéramos con un caño a Los Nocheros, a la Soledad. Y eran amigos. Son buenos tipos, aunque no me compro un disco.

 JP: Son laburantes, las han peleado también.

 RC: El fenómeno comercial muchas veces tiene poco que ver con lo que realmente pasa. Así funcionan las modas.

 JP: Nosotros por suerte, luego de transitar lo que hemos transitado, y ahora que junamos algo, con el cumpa un día nos dijimos: lo peor que nos puede pasar es que nos pongan de moda. Y se lo transmitimos a uno de los empresarios que una vez nos hizo una propuesta de hacer algunos cambios. Nunca te lo hacen frontalmente, saben que vos tienes tu postura, te van tocando despacito. Nos organizaban almuerzos con determinada tipo de puesta, de compositores, onda Yuyo Montes.

 RC: Un productor de una discográfica importante, un tipo groso, nos dijo: muchachos, nos gusta lo que hacen, queremos que entren, vamos a diseñar el disco. Y nos empezó a hablar del repertorio. Y nosotros naturalmente no vamos a permitir que nadie nos digite esto. Medio nos causa gracia. Y le dijimos que los temas los íbamos  a elegir nosotros. Y ahí se terminó. No queríamos triunfar, queríamos cantar. Y si triunfábamos mejor, por supuesto.

¡El secreto es la guita!

Les advierto que es una pregunta boluda, que seguramente no tiene respuesta. Les hablo de la zoncera del secreto de sus 30 años: cómo hicieron. A preguntas boludas, se sabe, no hay respuestas. O casi. Dicen que no lo saben. “Todos los días se va alimentando algo” dice Paz. “No hay un horizonte, vamos compartiendo lo que nos pasa”, asume Cantos.  Pero a contramano de lo que han hecho todos los músicos que integraron bandas y dúos, ellos no piensan en carreras solistas: “Hablemos bien y pronto: el pelado Cordera en la Bersuit tenía que repartir la guita entre 15. Con Ciro de Los Piojos pasó también. No era una inquietud de ellos, se fueron de la banda por especulación”. Paz suma en la reflexión a Jorge Rojas y Los Nocheros: eran 4.

La clave en ustedes, entonces, es simple: hacen 50 y 50 y no hay problemas.

 RC: Y que nos ha ido bárbaro.

 JP: Ni un mango menos. Yo pago mi café, el paga el suyo.

Los Soplanacus

 Cuando Capusoto hizo los Soplanacus, ¿les molestó?

 JP: Nooo.

 RC: Un imbécil

JP: No, nos hemos cagado de risa.

 RC: Mirá vos qué inteligente, porque la parodia de la gente era decir Soplanuca, el tipo podría haber caído en ese lugar común, pero no, dijo Soplanacu. Hijo de p… Fuente: www.revistamatices.com.ar

miércoles, 4 de mayo de 2016

Peteco Carabajal, Anabella Zoch y Homero Carabajal a pura chakarera por Europa

“Chakarera” es la palabra Chacarera en Quichua.



Es un proyecto artístico musical que fomenta la difusión  de la Chacarera como patrimonio cultural inmaterial de la República Argentina, con la particularidad de ser transmitida en vida por el máximo exponente de este género folklórico que es Peteco Carabajal.  Con la maravillosa voz de Anabella Zoch y Homero Carpena Carabajal, como participación especial.  En visuales y  producción general de este proyecto se encuentra Valeria Martino, Directora Creativa de Cúrcuma Producciones.

En este espectáculo recorreremos la obra de Peteco Carabajal y sus queridos éxitos, como Borrando fronteras, Puente Carretero, Las manos de mi Madre, Canción del brujito y La estrella azul.

No faltará la presentación de las nuevas canciones o  algún tango para regocijo del alma.

Un entrañable encuentro con Peteco, Anabella y Homero, con guitarras, bombo y violín.

Además, busca fomentar a través del encuentro, la diversidad cultural como energía generadora de creación para las nuevas generaciones de otros países. También se darán workshops de Chakarera para músicos y bailarines.

EUROPE TOUR/GIRA EUROPA 2016

3/5 MADRID, ESPAÑA (SALA GALILEO GALILEI)
5/5 GRANADA, ESPAÑA (LA TERTULIA)
6/5 ALMERIA, ESPAÑA ( X FESTIVAL INTERNACIONAL DE TANGO )
7/5 ALMERIA, ESPAÑA (X FESTIVAL INTERNACIONAL DE TANGO)
8/5 VALENCIA , ESPAÑA (JARITÉ ESPAI OBERT)
9/5 VALENCIA , ESPAÑA(JARITÉ ESPAI OBERT)
11/5 BARCELONA, ESPAÑA (ORFEO MARTINENC)
13/5 TIVERTON, UK ( HALBERTON MAY FESTIVAL)
15/5 VIENA, AUSTRIA (FANIA LIVE)
16/5 MUNICH, ALEMANIA (TANGO CONNECTION)
18/5 ROMA, ITALIA (CENTRO CULTURALE ARTEMIA)
19/5 PARIS, FRANCIA (MAISON L´ARGENTINE)
21/5 AMSTERDAM, HOLANDA (ACADEMIA DEL TANGO)
22/5 COPENHAGUE, DINAMARCA ( VERDENS CENTRET KULTUR)

PETECO CARABAJAL

Peteco Carabajal es un reconocido artista popular de música folclórica. Nació en Santiago del Estero, en el seno de la más emblemática familia LOS CARABAJAL.

Son sinónimo de LA CHACARERA.  Peteco ademas de ser uno de los más importantes creadores de canciones, es  multi - instrumentista autodidacta: toca guitarra, bajo, violín "sachero", charango, bombo "leguero" y quena.  Ha sido invitado a tocar en producciones discográficas y formo parte de varias giras con Mercedes Sosa, Jairo, Victor Heredia y Leon Gieco.

Sus canciones "La estrella azul", "Las manos de mi madre", "La mazamorra" y "El Puente Carretero" son verdaderos himnos.

ANABELLA ZOCH

Una asombrosa voz de Sudamérica. Nació en San Nicolás, provincia de Buenos Aires.

Cantante y compositora argentina.  Vivió en Sevilla, España durante 10 años y al retornar a Argentina conoce a Peteco, graba un disco homenaje a su obra y comienzan a escribir canciones juntos, transformándose en una de las populares compositoras femeninas de la actualidad.
Canta y toca percusión en este proyecto.

HOMERO CARABAJAL
HIjo de Peteco.  Homero, es un joven cantor, compositor y multi - instrumentista, toca guitarra, bajo percusión, charango y piano de forma natural autodidacta.

También es actor.  Actualmente graba su disco solista y  lleva la leyenda Carabajal en la sangre.